El amargo sabor del sutil maltrato


a mis hermanas que ponen luz donde antes había sombra!


Maltratos hay muchos, de diversos tipos y diversas intensidades, hay unos reconocidos e incluso rechazados y otros que están normalizados y legitimados. Pero más allá de lo que consideremos aceptable o no, maltrato es violencia, sin justificaciones ni atenuantes…

No pretendo aquí, poner en la balanza para determinar cual es peor o cual menos peor, ni hablar a favor de uno en detrimento de otros… tan solo me interesa compartir la reflexión a la que he podido llegar gracias al acto de dialogar, de contar y contarnos el mundo, de hablar para entendernos (no solo lo un*s a l*s otr*s sino sobre todo cada un* consigo mism*) me interesa volcar en lo público lo que entendí en lo privado…

Hace unos días una de mis hermanas (de tribu) mientras hablábamos sobre la importancia de la tribu ella comentó: "yo no tenía a nadie con quien charlar, un día llegue a llamar a la línea de mujeres maltratadas, y me preguntan, "pero señora, usted recibe maltrato" y yo, "no, pero tengo un niño pequeño y no tengo a nadie con quien hablar, y estoy muy deprimida"....

Y yo entendí! Claro que es maltrato, estar sola con un bebé en brazos, con su hambre devoradora, su deseo sin tregua, su necesidad inminente, sola, sin ningún sostén, sin brazos donde refugiarnos, sin hombros donde respaldarnos, sin ojos, ni oídos donde volcar nuestras incertidumbres y certezas, nuestras angustias y enormes alegrías… eso es maltrato, el maltrato de la soledad, del estar a la deriva y sin tierra donde guarecernos, maltrato al no tener pares, compañer*s de crianza, cómplices donde reconocernos y encontrarnos. Esta bien no son golpes, ni gritos, pero es ausencia, es abandono e indiferencia y no por parte del hombre o la familia que nos acompaña o mejor que no nos acompaña sino de todo un sistema que ha roto nuestras redes, nuestros espacios de contención, de refugio y encuentro, ese tejido donde nos hacemos madres en compañía de otras, donde nos apropiamos de la maternidad bajo el amparo de otras y donde las historias y vivencias de quienes nos han precedido y nos acompañan son un espejo donde mirarnos y encontrarnos.

Claro que es maltrato, que las necesidades sean obviadas, no contempladas o tenidas en cuentas no porque no se pueda, no porque no haya cómo, o porque atente contra el bienestar y/o integridad de nadie, sino para garantizar la supervivencia de un sistema que nos mutila y enajena, para seguir perpetuando la sociedad del miedo, la carencia y el desamparo, eso es maltrato, maltrato social si quieren llamarlo, maltrato que tod*s ejercemos sobre tod*s…. Necesitar y no encontrar “porque si” es maltrato! Un tipo de maltrato que además posiblemente terminará volcándose sobre la criatura y por ende reproduciéndose y recreándose así mismo, seres con carencias y heridas por falta de sostén y amparo, de cuerpo y presencia materna, porque mamá no está, no puede darse toda, no puede entregarse entera, tiene que sostenerse así misma, luchar para no hacerse trocitos en su propia herida, batallar sola con sus propias sombras, acunar su niña interna mientras acuna el que ahora tiene en su regazo.

Somos un mundo hecho a espaldas de la maternidad (y por ende de la humanidad), que no la contempla en toda su dimensión y su importancia, devenimos madres y parece que rompemos todo vínculo de sostén, nos quedamos solas, y se nos exige que rápidamente nos pongamos en marcha. El mundo no se adapta a las necesidades de una madre con su criatura en brazos, los amigos ya no están, porque el ritmo, el pulso de la maternidad no se contempla en esta sociedad del afán, el resultado, la producción y el consumo. Devenimos madres y de golpe quedamos aisladas de la vida y el mundo sigue girando sin tregua ni compañía y no queda otra que saltar del mundo y asumirte sola o subirte como puedas y asumirte reproductora del abandono. El mundo sigue girando y nosotras nos hemos quedamos sin mundo, y no hablo de esa necesidad de tiempo, silencio, paciencia que es natural del puerperio, no solo natural sino indispensable, sino justamente de la falta de compañía para atravesarlo, porque se supone que tienes que seguir andando porque no hay nadie en quien respaldarse, tienes que atender a las visitas y presentarle a la criatura y hacer la compra y bañar al bebe y bañarte tu y vértelas con la lactancia y con las sombras y los miedos, las preguntas y las angustias y con todo lo nuevo en el más absoluto abandono, porque la sociedad (humanidad), insisto se ha construido de espaldas a la maternidad (humanidad), así que quien viene no viene a traerte la tribu sino a obligarte a ponerte a andar al ritmo del mundo, no vaya a ser que se estropee la cadena de consumo…

Cuando hacia teatro entendí que solo los “oprimidos” pueden cambiar la escena, el “opresor” intentará por todos sus medios mantenerla intacta, ya que en ello radica la garantía de su subsistencia; solo aquel que sufre opresión tiene en su poder la clave de la transformación. Así qué está en nuestras manos, mujeres (human*s) maltratadas, cambiar el mundo donde criamos (vivimos), y tejer la tribu. Y que se sepa alto y claro, más allá de ciertas decisiones sobre la crianza ninguna madre, ningún padre deben criar en soledad, la tribu los sostiene!

Comentarios

  1. Entonces ¿también es un maltrato el hecho de que la familia no se interese por nuestros bebés?
    La verdad es que sufro en mis carnes la ignorancia de la familia hacia mi hijo y lo sufro y lo llevo muy mal, no por mi, si no porque siento esto mismo, siento que es un maltrato hacia un ser inocente que no ha hecho mal a nadie y que es maltratado simplemente porque es mi hijo.

    ResponderEliminar
  2. Tus palabras llevan desde que te leí resonando en mi cabeza...La sutileza de la que hablas es tan tan sutil que una gran parte de mí no quiere reconocerse en un maltrato, que siguo queriendo creer que fue una elección personal, ¿cómo pudo ser una elección si nunca supe que podía elegir, si ni siquiera sabía entre qué estaba elegiendo ni porqué?, lo más doloroso no fue la falta de tribu, lo más doloroso fue reconocer lo limitado de mis decisiones si es que alguna vez fueron mías, sí dolió, duele, entré en el juego de excluir una necesidad en pro de otra, en este sentido no reconozco una sociedad moderna productiva, veo una sociedad que aún se dedica a los trueques, trueques sutiles, trueques de emociones, trueques de libertades, sí, es mas retorcido y mucho más sutil, donde va a parar, es más retrogrado comerciar con libertades que cambiar un palo por una piedra, ¿pero acaso los palos y las piedras no nos pertenecen a todos?, ¿no están sabiamente puestos al alcance de todos?, sí, llevo tres años comprando tiempo para estar con mi hija ¿pero acaso el tiempo no es de todos?¿acaso no me pertenece, cuando empezamos a traficar con cosas que no nos pertenecen, o mejor dicho que nos pertenecen a todos?, si no existiera tal sutileza todos nos reconoceríamos oprimidos y por ende habría un cambio inminente de libres pensadores, por fin libres, el cambio comienza por destapar las sutilezas, y sí, soy una oprimida más y cuanto menos nos engañemos a nosotros mismos tanto menos nos vamos a dejar engañar por pensamientos ajenos. Gracias por tus reflexiones Violeta, tus inteligentes reveldías siempre me disparan a nuevos pensamientos. Un beso.

    ResponderEliminar
  3. Buff! Me lo he leído entero varias veces y más que lo leeré porque no tiene desperdicio.
    Me declaro culpable. Por desconocimiento u omisión, culpable al fin y al cabo. Porque hasta que no me he convertido en madre he sido incapaz de comprender ese mal-trato del que hablas y por lo tanto lo perpetuaba.
    Ahora lo he vivido, ahora sé que es la soledad, el sentirme huérfana con un hijo en brazos , el sentirme presionada en lugar de apoyada, el estar sin espejos ni referentes… ahora que sé lo que sé ya no puedo callarme
    “...solo aquel que sufre opresión tiene en su poder la clave de la transformación. Así qué está en nuestras manos, mujeres (human*s) maltratadas, cambiar el mundo donde criamos (vivimos), y tejer la tribu.”
    Abrazos!

    ResponderEliminar
  4. !Qué cierto todo lo que dices, y qué acertado cómo lo dices, Violeta!

    Y en esas estamos, no? Cambiando la escena :))))

    Un abrazo!

    ResponderEliminar
  5. Te aplaudo Violeta, te aplaudo!

    Un gran abrazo...

    Louma

    ResponderEliminar
  6. HERMANA DE TRIBU! tan sabia sos!! tan guerrera del amor!!!!! te adoro! gracias por estar despierta. Te abrazo. Uno más, de los tantísimos que nos daremos.

    ResponderEliminar
  7. Concuerdo con tu gran reflexión. Es que todos sabemos lo que significa la violencia, pero omitimos que el abandono de las madres primerizas ..., también lo es, en ese mundo nuevo, en donde tu bebé te va guiando, porque nadie lo hace y no tienes, con quien hablar... No sabes, cuanto me ha llegado, ya que yo me sentí así los primeros meses (mi esposo en el trabajo, mi madre muy enferma y mis suegros muy lejos), sola, con mi hija en el día..., sin tener a quién preguntar, si lo estaba haciendo bien o mal. Pero, la naturaleza es sabia y el amor prevalece, nos hace salir adelante, con nuestros temores y aunque erremos, luego enmendamos, por que todo se hace en pro de nuestro hijo, que debe ser amado y protegido por sobre todas las cosas. Un abrazo!.

    http://mamdeunamonita.blogspot.com/

    ResponderEliminar
  8. Yo viví eso, sé a lo que te refieres.
    Me gusta que alguien ponga el tema sobre la mesa, porque la "individualidad" ciega las necesidades de otros, en este caso de "otra", una mujer que está viviendo un proceso hermoso pero complejo.
    Se necesita ayuda, se requiere compañía.
    Gracias Violeta.

    ResponderEliminar
  9. Violeta, Violeta, tu luz de amor, Tu Luz por que deja a la sombra atónita...con esa fuerza q disparas tus palabras, tu amor logras Sanar...y como te decía el otro día, me sana de aquella viviencia y me deja en otro lugar, mas también el ser consciente de todo esto me vuelve a doler...Ahora como decía Salma en ese trueque, estoy cambiando el estar con mi hijo mas tiempo y vivir en unas carencias económicas que me dan entre rabia y verguenza, porque Ivan pide juguetes y yo siempre explicando q tenemos lo justo para comer...días en q me dan ganas de volver a salir de este plan de vida, ( estoy viviendo con menos, porq yo lo elegí para dar presencia a mi hijo,) pero ahora q reflexiono bien, con ayuda de Salma, yo no elegí esto, si los recursos son de todos!!! y vuelvo a regar mis guisantes y mis habas, y a pensar que yo no quiero mas el abandono de la guardería 10 horas...y estoy segura de que a la larga a ivan no le va a importar esos juguetes...cuando te leo recreo lo vivido y me digo q lo mejor fue venir con mi madre, pero lo mejor aún Hermana mía es lo q está por venir, ese mundo q estamos gestando desde la herida que nos ha dejado este mundo y que nosotras desde nuestro hacer estamos cambiando! te amo!!!! GRACIAS!!!

    ResponderEliminar
  10. "entendí que solo los “oprimidos” pueden cambiar la escena"

    Muy buena reflexión, aunque lo más acertado para mí es ésta última frase...

    Nadie puede hacerte sentir mal si tú no quieres, tus semejantes no están obligados a mirar por tu bienestar, únicamente tú eres responsable de encontrarte bien,y qué mejor momento de crecerte que con un niño entre tus brazos???

    Yo nunca sentí ese abandono, pero lo entiendo... cuidaros mucho, que nadie lo va a hacer como vosotras lo mereceis!!

    Besitos...

    ResponderEliminar
  11. No hay soledad peor que la que se siente rodeada de gente... ese abandono del que hablas, esa madre sola con su bebe en brazos, acunandole a el a la vez que a esa niña que fue...
    No te imaginas como me han llegado tus letras. Yo me senti asi, por suerte mi pareja si me apoyo e incluso me protegió del resto de la familia... lo mas triste de todo, que los que deberian haber sido mi tribu, mi apoyo, mi respaldo, eran mis peores enemigos, presionandome, juzgandome, enjuiciandome... tuve que elegir una soledad como unica opción para poder escuchar a mi corazón y seguir mi instinto para hacer lo que mi bebe necesitaba y no lo que los demas esperaban de mi.
    Un abrazo grande! Somos tribu.

    ResponderEliminar
  12. que bellas palabras reflejan lo que siento ahora la maternidad la vivi acompañada hsta hace 6 meses que el padre decidio decir basta, no reniego de mi presente, me cuesta el cansancio es tanto a veces que me pongo de mlas y mi niño me mira con amor que me derrite tanto que me cambia pero ahora el enfermo y yo cansada tengo ganas de gritar de todo pero no tengo que ser fuerte soy la unica que esta con mi hijo .

    ResponderEliminar
  13. Que maravilla Violeta, me haces revivir muchas cosas que pasaron hace tanto!!!!!!!! Gracias

    ResponderEliminar
  14. Mariani, siento mucho tu dolor y te agradezco que hayas decido volcarlo aqui! siento mucho que tu hijo no reciba la atención que merece y necesita. La indiferencia, creo yo, es uno de los peores vaciós y maltratos que podemos recibir. En estos casos las palbras son pocas, solo puedo decirte que si necesitas hablar, ser escuchada, aqui estoy ya sea por aqui o a través de mi e-mail violetaosorior@yahoo.com.ar... de veras siento tu dolor y el tu hijo
    Abrazos enormes y nuevamente gracias!

    ResponderEliminar
  15. Salma!! hermosa! qué alegría tenerte por aqui, tus palabras siempre me llegan hondo, me hacen pensar y repensarme. Cuanta razón en tus palabras y cuan hondo me han llegado, yo también he sentido que elijo y que son mis decisiones, pero es claro que he renunciado a cosas que no tendría porque haberlo hecho sino realmente fueramos la sociedad "liberada" que pretendemos ser o que creemos ser. Gracias por nutrirme!

    Magia del Momento! gracias! yo también me declaro culpable! hemos sido criados desde la carencia y el miedo con la idea implícita que solo las necesidades uno pueden sobrevir, que si el/ella tiene es porque yo carezco, desde ese lugar es muy díficil ponernos en la piel del otro, sufrimos el terror de quedarnos sin piel! pero aqui estamos, despiertas ahora y somos muchas tejiendo red! Gracias por tu valiente comentario!

    Caro, Louma! gracias por leer y gracias por sus palabras!!

    ResponderEliminar
  16. Paula! bienvenida! qué alegría tenerte por aqui!! gracias por compartir tus experiencia y hacernos partícipe de ella! ya mismo voy a visitarte! :)

    Mujer y Mamá! gracias por tu comentario! una de las cosas más maravillosas de esta tribu virtual es que cada una de nsotras va dejando semillas, generando preguntas que luego florecen en otras reflexiones, otras propuestas, otros blogs... este texto lo hemos ido tejiendo entre todas, así que gracias!

    Lola hermana! que puedo decirte que no nos digamos siempre? tu valentñia, tu coraje me producen enorme admiración, esta reflexión la gestate tu, la produciste tu, es tuya, es nuestra!

    La chica de las flores! Estamos de acuerdo, lo mejor es saber que no estamos impotentes, que en nosotras reside la capacidad y el poder para cambiar la historia! eso es lo que siempe hay que recordar! gracias!

    ResponderEliminar
  17. Mami Milka! qué alegría tenerte de vuelta por aqui!

    Cintia! bienvenida, gracias por compartir tu dolor! no estás sola y aqui tienes un espacio donde desde la virtualidad podemos escucharte y sostenerte, a no ser que vivas en Buenos Aires en cuyo caso podemos encontrarnos :) Te dejo mi correo violetaosorior@yahoo.com.ar para lo que necesites! aqui tienes un espacio donde puedes gritar y desahogarte, recuerda que nos hacemos fuerte en el acto de reconocer nuestra fragilidad! gracias por tu comentario y aqui estoy!

    Teresa! qué honor tenerte por aqui!has hecho posible una de las maternidades más conscientes, hermosas y amorosas que conozco, esa es tu semilla, gracias por plantarla!!

    ResponderEliminar
  18. Violeta, me encanta como escribes. Creo que ustedes no pueden verlo por que estan inmersas en ello, pero se han/hemos dado grandes pasos. Yo tuve a mis hijos hace 20 años y sufrí ese matrato del que hablas tan acertadamente, pero a mi larededor no había nunguna tribu. Ahora en las agrupaciones feministas se habla de que el parto es nuestrom, de lactacia prolongada, de colecho... cosas todas que yo vivi en la sombra... por que entonces tenia veintipocos años... y ahora, ellas que me acusaban, a sus cuarenta años estan teniendo hijos, criandolos con apego... y no esta solas. Aún somos minoria, pero ... ya somos minoria.
    Gracias por el blog y por compartir tanto.

    ResponderEliminar
  19. que hermoso y acertado lo que escribes! es c ierto tan cierto, y dicen cuantas hay q lo hacen vos n podes? y una se siente tan sola y precionada mi bebe mas chica es enfermita y el papa ni nadie dejan q aveces m sienta triste n tengo con quien compartir mi pena por que yo debo ser la contencion la mujer y avces no puedo.. de verdad n puedo

    ResponderEliminar
  20. un disfrute enorme leerlas mujeres fuertes, de corazon grande!!! gracias !!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas más leidas

Dejemos las etiquetas para la ropa

Las madres brujas

El amor no es obsceno!

Pues si! lo disfruto!

Criar para la desobediencia

Me visitó Anónimo

Esta geografía tuya y mía

Violaciones cotidianas

Para quien escribo...