Domesticar la Vida
En esta sociedad patriarcal aprendimos a criar domesticando animales*... lo siento, es innegable! de la misma forma que le arrancamos a un pájaro su capacidad de volar a fuerza de enjaularlo, le arrancamos el placer, el bienestar y la fuerza de la vida (arrolladora, subversiva, creativa y desobediente) a un bebé a fuerza de desamparo y abandono.
El fin de la crianza y la educación tal y como las conocemos, es el de producir buenas bestias de carga, peones listos para insertarse en el sistema de producción y sobre todo de consumo, esclavitud con otro nombre. No me importan las excusas (mentirosas) que sostienen este sistema de educación y crianza, los supuestos “es por tu bien”, “mañana me lo agradecerás”, “ a mi me duele más que a ti” o lo de “ somos mal@s y la educación/crianza le pone límite a nuestra maldad y egoísmo intrínseco”, menos aún las promesas de felicidad, autonomía, socialización y éxito.
Si tuviera que usar una palabra para definir el fin de muchas de las prácticas que hoy utilizamos diría: someter! sometemos a l@s bebes a ser separados del único hábitat capaz de satisfacer todas sus necesidades. L@s sometemos a alimentarse con biberón aunque tenemos tetas, aunque producimos leche (en nombre de la estética y la liberación femenina), les ponemos horarios, distancia física y emocional. Sometemos a l@s niñ@s a dormir separados de nosotr@s, aunque les aterre la noche, aunque el miedo los invada en nombre de la intimidad de pareja (o sea l@s adult@s, como siempre por encima de l@s niñ@s, importo yo como adulta, yo con mi importante y maravillosa vida, tu espera a hacerte adulta y ganarte el derecho de joder a l@s pequeñ@s). L@s sometemos a nuestros tiempos, nuestra ausencia; a aprender ciertas cosas a cierta edad, porque así lo dice el manual, porque así se espera de ell@s. L@s sometemos a callar cuando hablamos nosotros, que para eso somos los grandes e importantes. L@s sometemos a dejar de ser niñ@s imponiéndoles silencio, quietud, no tocar, no manchar, no romper... l@s sometemos a normalizar nuestro abuso a fuerza de hacerles creer que sino van a perder nuestro amor (encima de todo), l@s sometemos a validarnos a nosotr@s aunque para ello tengan que negarse ell@s! L@s sometemos a reprimir su vida a favor de nuestra sociedad patriarcal
Hace años... siglos tal vez que dejamos de criar con la vida en el centro, con el bienestar como propósito y fin último y empezamos a domesticar, a ponerle fronteras a la fuerza de la vida y reducirla hasta niveles manejables y controlables. ¿Qué sentido sino tiene someter a un bebé al desamparo y la indiferencia? Les arrancamos el placer y l@s criamos en la carencia y el desamor. Criamos seres carentes, carentes de amor de entrañas, de mirada, de presencia, carentes de bienestar y deseo cumplido, de fusión y simbiosis, seres desprovistos de vida arrolladora, subversiva, creativa y desobediente, seres adaptados y acostumbrados a la existencia dura, a "ganarse la vida", a perpetuar el sistema que nos ahorca y empobrece
Por supuesto, la mayoría de nosotr@s también nos hemos sometido o nos han sometido, pero lo peor no es eso sino que continuamos la cadena de engaños avalando la palabra y las excusas de aquellos que nos mutilaron. Solo nosotr@s, adult@s desamparad@s y mutilad@s podemos creer y perpetuar la idea que dejarl@s llorar es por su bien ¿bien para quién? , ¿quién puede estar bien llorando sin consuelo, sin atención y respaldo?, ¿quién puede estar bien cuando su llanto, su dolor, su angustia es producto de la decisión caprichosa y egoísta (déjalo llorar para que no te tome el tiempo) de aquel quien debería prodigarle amparo y cuidado? Bien! para ser sometidos, para aprender a obedecer y no pedir.
Nadie que sepa que puede ser feliz en el contacto y la interacción, nadie que esté satisfecho emocionalmente se lanza a la carrera despiadada y vacía del consumo y la producción, por eso no servimos felices y satisfechos! por eso hay que aniquilar todo indicio de alegría, bienestar y satisfacción, por eso la única manera de sostener este sistema es inflingiendo una y otra vez, la herida primal, la herida de muerte generación tras generación. Solo así nos aseguramos seres maleables, controlables, autómatas … seres domesticados, buenas bestias de carga!
Nada que justifique el dolor de hoy, la violencia de hoy, el maltrato, el abandono, el llanto de hoy puede significar un mejor mañana! El mañana es el hoy construido en hechos. La capacidad de amor, disfrute, bienestar, solidaridad de l@s niñ@s la construimos hoy y se construye desde el amor, el bienestar que sepamos ofrecerle y eso no lo da la cantidad de juguetes y cosas maravillosas de última generación, ni el colegio pago, los cursos y talleres, lo da la presencia, la permanencia, la fusión y el contacto, lo da la capacidad para atender sus pedidos, escuchar sus llamados, validar sus sentimientos, respaldar su crecimiento y libertad, lo da la certeza de saberse amado incondicionalmente, sin peros, ni reglas, saberse amado por ser y existir (y el amor, es cuerpo, es concreto, son hechos y no palabras)
Ya fuimos heridos, ya sabemos (aunque sea muy dentro) el dolor que eso implica, sabemos la angustia y el vacío que nos acompaña más allá de alcanzar todas las promesas de este sistema (carro, casa, beca, éxito, trabajo y consumo), conocemos el precio que hay que pagar por ser “hombres de bien”, por adaptarnos y cosernos las entrañas a favor del sentido común y el deber ser… realmente es eso lo que queremos para otro ser humano, que además es un niñ@? Estamos a dispuest@s a ser ahora los victimarios? No seamos más cómplices, con todas nuestras carencias y vacíos, con todos nuestros fallos y errores, pero también con toda la VIDA que aún nos bulle dentro, con toda la rebeldía, creatividad y subversión de la que aún somos capaces, no seamos más cómplices de un sistema que nos anula, que nos empobrece y nos mutila!
*Aclaro: el dolor y sufrimiento que infligimos a los animales no hace sino hablar de nuestra prepotencia, soberbia e incapacidad para conmovernos con el otr@. Dice mucho una sociedad fundada en el sufrimiento, la supremacía y la violencia sobre otr@s, sin importar su condición.
El fin de la crianza y la educación tal y como las conocemos, es el de producir buenas bestias de carga, peones listos para insertarse en el sistema de producción y sobre todo de consumo, esclavitud con otro nombre. No me importan las excusas (mentirosas) que sostienen este sistema de educación y crianza, los supuestos “es por tu bien”, “mañana me lo agradecerás”, “ a mi me duele más que a ti” o lo de “ somos mal@s y la educación/crianza le pone límite a nuestra maldad y egoísmo intrínseco”, menos aún las promesas de felicidad, autonomía, socialización y éxito.
Si tuviera que usar una palabra para definir el fin de muchas de las prácticas que hoy utilizamos diría: someter! sometemos a l@s bebes a ser separados del único hábitat capaz de satisfacer todas sus necesidades. L@s sometemos a alimentarse con biberón aunque tenemos tetas, aunque producimos leche (en nombre de la estética y la liberación femenina), les ponemos horarios, distancia física y emocional. Sometemos a l@s niñ@s a dormir separados de nosotr@s, aunque les aterre la noche, aunque el miedo los invada en nombre de la intimidad de pareja (o sea l@s adult@s, como siempre por encima de l@s niñ@s, importo yo como adulta, yo con mi importante y maravillosa vida, tu espera a hacerte adulta y ganarte el derecho de joder a l@s pequeñ@s). L@s sometemos a nuestros tiempos, nuestra ausencia; a aprender ciertas cosas a cierta edad, porque así lo dice el manual, porque así se espera de ell@s. L@s sometemos a callar cuando hablamos nosotros, que para eso somos los grandes e importantes. L@s sometemos a dejar de ser niñ@s imponiéndoles silencio, quietud, no tocar, no manchar, no romper... l@s sometemos a normalizar nuestro abuso a fuerza de hacerles creer que sino van a perder nuestro amor (encima de todo), l@s sometemos a validarnos a nosotr@s aunque para ello tengan que negarse ell@s! L@s sometemos a reprimir su vida a favor de nuestra sociedad patriarcal
Hace años... siglos tal vez que dejamos de criar con la vida en el centro, con el bienestar como propósito y fin último y empezamos a domesticar, a ponerle fronteras a la fuerza de la vida y reducirla hasta niveles manejables y controlables. ¿Qué sentido sino tiene someter a un bebé al desamparo y la indiferencia? Les arrancamos el placer y l@s criamos en la carencia y el desamor. Criamos seres carentes, carentes de amor de entrañas, de mirada, de presencia, carentes de bienestar y deseo cumplido, de fusión y simbiosis, seres desprovistos de vida arrolladora, subversiva, creativa y desobediente, seres adaptados y acostumbrados a la existencia dura, a "ganarse la vida", a perpetuar el sistema que nos ahorca y empobrece
Por supuesto, la mayoría de nosotr@s también nos hemos sometido o nos han sometido, pero lo peor no es eso sino que continuamos la cadena de engaños avalando la palabra y las excusas de aquellos que nos mutilaron. Solo nosotr@s, adult@s desamparad@s y mutilad@s podemos creer y perpetuar la idea que dejarl@s llorar es por su bien ¿bien para quién? , ¿quién puede estar bien llorando sin consuelo, sin atención y respaldo?, ¿quién puede estar bien cuando su llanto, su dolor, su angustia es producto de la decisión caprichosa y egoísta (déjalo llorar para que no te tome el tiempo) de aquel quien debería prodigarle amparo y cuidado? Bien! para ser sometidos, para aprender a obedecer y no pedir.
Nadie que sepa que puede ser feliz en el contacto y la interacción, nadie que esté satisfecho emocionalmente se lanza a la carrera despiadada y vacía del consumo y la producción, por eso no servimos felices y satisfechos! por eso hay que aniquilar todo indicio de alegría, bienestar y satisfacción, por eso la única manera de sostener este sistema es inflingiendo una y otra vez, la herida primal, la herida de muerte generación tras generación. Solo así nos aseguramos seres maleables, controlables, autómatas … seres domesticados, buenas bestias de carga!
Nada que justifique el dolor de hoy, la violencia de hoy, el maltrato, el abandono, el llanto de hoy puede significar un mejor mañana! El mañana es el hoy construido en hechos. La capacidad de amor, disfrute, bienestar, solidaridad de l@s niñ@s la construimos hoy y se construye desde el amor, el bienestar que sepamos ofrecerle y eso no lo da la cantidad de juguetes y cosas maravillosas de última generación, ni el colegio pago, los cursos y talleres, lo da la presencia, la permanencia, la fusión y el contacto, lo da la capacidad para atender sus pedidos, escuchar sus llamados, validar sus sentimientos, respaldar su crecimiento y libertad, lo da la certeza de saberse amado incondicionalmente, sin peros, ni reglas, saberse amado por ser y existir (y el amor, es cuerpo, es concreto, son hechos y no palabras)
Ya fuimos heridos, ya sabemos (aunque sea muy dentro) el dolor que eso implica, sabemos la angustia y el vacío que nos acompaña más allá de alcanzar todas las promesas de este sistema (carro, casa, beca, éxito, trabajo y consumo), conocemos el precio que hay que pagar por ser “hombres de bien”, por adaptarnos y cosernos las entrañas a favor del sentido común y el deber ser… realmente es eso lo que queremos para otro ser humano, que además es un niñ@? Estamos a dispuest@s a ser ahora los victimarios? No seamos más cómplices, con todas nuestras carencias y vacíos, con todos nuestros fallos y errores, pero también con toda la VIDA que aún nos bulle dentro, con toda la rebeldía, creatividad y subversión de la que aún somos capaces, no seamos más cómplices de un sistema que nos anula, que nos empobrece y nos mutila!
*Aclaro: el dolor y sufrimiento que infligimos a los animales no hace sino hablar de nuestra prepotencia, soberbia e incapacidad para conmovernos con el otr@. Dice mucho una sociedad fundada en el sufrimiento, la supremacía y la violencia sobre otr@s, sin importar su condición.
Chapeau, Violeta, chapeau...
ResponderEliminarUn abrazo,
Louma
Muy cierto. Lo peor es que solo hasta ser padres lo comprendemos... y eso que no todos los padres llegan a verlo de esa manera!
ResponderEliminarexcelente Viole! cuantas verdades...que triste
ResponderEliminarVioleta, me fascinaste, la intensidad con la que escribiste desde ese reclamo, desde ese llamado por parar el abuso, habla la ninia, habla la madre.
ResponderEliminarUn abrazo!.... Alicia.
Genial Violeta...... Y como duele darse cuenta de todo esto. Pero es necesario, para que podamos escapar de este círculo destructivo que sólo produce seres humanos heridos y domesticados.
ResponderEliminarQué intenso y qué verdadero. Saludos.
ResponderEliminarMuy buen post.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu forma de exponerlo, pero creo que hoy día, nuestra generación tiene muy claro que los hijos son deseados por encima de todo, tenemos educación, cultura y mucho amor que dar...
Quizá sea mi entorno, pero todos los niños que conozco han recibido muchísimo amor, veo a los padres muy involucrados, y son tan habituales los gestos de cariño entre padres e hijos...
Bueno, ya digo a veces que yo debo vivir en un mundo raro...
Muchos besicos!!!
Nuestro entorno lo llenamos de amor y cosas buenas para nuestros hijos y familiares pero no podemos desconocer que afuera de él hay tanta falta de amor... excelente reflexión.
ResponderEliminarTe he dejado un premio en mi blog.
ResponderEliminarhttp://elbauldemicasa.blogspot.com/2011/05/un-premio-mas.html
Saludos, me encanta leerte.
Genial lo que explicas, me ha gustado tu entrada, así que me la llevo para el resumen semanal de blogs: http://www.bebesymas.com/bebes-y-mas/blogs-de-papas-y-mamas-lxvii
ResponderEliminarsigamos asi que estamos derribando todos esos muros. vamos por el buen camino hermana, me adjunto en tu mensaje. gracias por hacer de tu mensaje, mi mensaje, y el mensaje de muchos...cada vez mas :)
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