Amar con las entrañas
Hija, tal vez algún día sientas en ti el deseo de ser madre, tal vez algún día te encuentres con una criatura creciendo en tus entrañas, tal vez algún día te descubras madre. No pretendo darte ningún consejo, de cabeza nos traen todos los consejos del sentido común, las convenciones sociales, “el deber ser”. Solo tengo para ti y tus posibles hij@s un deseo:
Deseo, amor, que no sea tu cabeza, ni siquiera tu corazón quien ame a tus hij@s, deseo desde lo más profundo de mi, desde mis entrañas, que l@s ames con tus entrañas.
Amar hija, no es solo un sentimiento, o una emoción más o menos fuerte, amar es ponerse del lado de la vida, es una forma de vida, es vida. Por eso no valen las excusas, ni valen los consejos, ni las teorías, ni los discursos. Como no vale el sentido común, ni los futuribles. Por eso el corazón solo entiende a medias y la cabeza a veces ni eso.
Ámal@s con las entrañas, desde lugar donde se originó la vida, que les dio sustento y existencia, sin condiciones, ni reglas; ese lugar que nunca atendió consejos, ni razones morales, ni pensó en lo conveniente socialmente, ni en lo políticamente correcto; ese lugar que se dedicó a nutrirl@s, amarl@s, respaldarl@s, sin pedir nada a cambio, sin esperar de ell@s comportamientos o frases para amarlos aún más, que nunca tomó por capricho un pedido, ni puso peros al amor. Ámal@s desde ese lugar donde no existe el tu o el yo, sino el nosotr@s, donde entendemos y sabemos que el bienestar es en realidad un estado conjunto.
Ámal@s desde dónde no se concibe el daño, ni el sufrimiento, donde nos hay castigos ni recompensas, donde se entiende que la VIDA nace y se sostiene desde la entrega, el respaldo, el reconocimiento, la generosidad y la inclusión y que cualquier acto de prepotencia, violencia, indiferencia o indolencia atenta contra ella. Ámal@s a pesar de ti misma y más allá de ti misma.
Ámal@s con las entrañas, desde no hay razón médica, científica, estética, psicológica o moral que justifique su llanto, su dolor, su abandono o la separación entre ustedes; desde el lugar que no cree en la represión o el maltrato como formas de educación porque lo único que entiende es de expansión y respaldo. Ámal@s desde ese lugar que sabe que el amor es radical, subversivo y creativo y que por eso mismo entrega sin medida.
Ámal@s desde allí donde el amor es concreto, es piel, contacto, cobijo, nutrición, complacencia, regazo y respaldo y no palabras (razón), ni buenos deseos (corazón). Ámal@s con la certeza que su vida ( la que se vive, no la que se sobrevive) depende de ello, de la misma manera que para llegar hasta tus brazos dependieron de la incondicionalidad de tus entrañas
En una sociedad como la que hemos creado, que reduce la vida a su mínima expresión, que nos convierte en un remedo patético de lo que en realidad somos, que nos da por destino un mundo mezquino, competitivo, excluyente y violento… dejarnos guiar por aquello de nosotr@s que siempre y sin excusas ha estado, está y estará a favor de la vida es un profundo acto subversivo, creativo, arrollador y desobediente, tal y como lo es la VIDA.
No concibo un mundo mejor ni para ti, ni para mis posibles niet@s que un mundo con entrañas!
Me emocionas, amarla más allá de mí misma es inevitable, amarla a pesar de mí misma...qué intenso, qué profundo, cuánto trabajo aún por hacer... Y que viva la sin razón (aparente)que es el lugar donde habitan los deseos...
ResponderEliminarYo no sé qué me pasa con vos Viole, pero es raro que termine de leer un post tuyo sin lágrimas en los ojos y sin un nudo en la garganta....
ResponderEliminarMe bajé tu escrito a la compu, porque si algún día debo darle un consejo a mi hija cuando le toque ser madre, no tengas dudas que esta carta será parte de él.
Me inspirás muchísimo mujer! Te mando un gran, gran abrazo.
Eso intentamos todas la mamás, amar con la entrañas...pero a veces, algo que debería ser natural en nosotras, no nos sale también, no se nos da tan fácilmente. Gracias por este pots, porque nos ayuda a hacer consciente que lo más importante es amar a nuestros hijos sin reservas ni condiciones, amarlos inmensa y simplemente.
ResponderEliminarComo siempre un gusto leerte. Si todos las mamás y papás nos diéramos el permiso (que nos ha negado la sociedad y todas sus convenciones, lo cual hemos aceptado sumisamente) de amar a nuestros hijos con las entrañas, qué diferente sería este mundo. Me pasa muy seguido que sólo ver a mi hijo me revolotea el interior.
ResponderEliminarSaludos, Violeta.
Qué bonito, me ha encantado. Así es como deberíamos amar a nuestr@s hij@s, desde las entrañas, desde lo más profundo, desde donde provenimos.
ResponderEliminarSalma, Laura Zary, Adriana, Carol gracias por sus comentarios! Estamos sembarndo, con todo lo bueno y lo no tan bueno, pero siento que cada una de nosotras está despejando el camino para las generaciones que ahora amantamos!
ResponderEliminarBesos a todas!
H E R M O S O !!
ResponderEliminarPrecioso, un hermoso regalo para todas las que somos mamas o las que pronto lo seran...Mientras leia se me pararon los pelos, y se me apreto la garganta....nadie mejor que uno puede saber y entender que el amar con las entranas es amar para un mundo mejor para un futuro mejor...ojala muchas mamas compartan esta hermosa reflexion.
ResponderEliminarGracias!
Violeta...siempre es lindo lo que decis....la entrañas...que palabra que se vuelve tangible con la maternidad, no? yo antes de eso no hubiera comprendido realmente esa palabra...
ResponderEliminarque bueno qeu estas ahi...saludos, lucre
¡Que hartón de llorar! ¡tú sí que me has llegado a las entrañas!
ResponderEliminarMi deseo para mi hijo y mi deseo para mi ser capaz de amar desde las entrañas hoy y todos los días que me queden de vida.
Un abrazo emocionado!
Ese es el amor Dios madre y padre
ResponderEliminarEse es el amor Dios madre y padre
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