El nacimiento es salud*
Para Fran quien encendió la vida
en mi y me sostuvo para parirla y quien con su estar y su ser me enseña tanto
sobre parir y nacer
Pocas veces he escuchado una frase tan acertada y que resuman tan breve, pero tan contundentemente una verdad que nos han robado. El nacimiento es salud, ni más ni menos; es vida, bienestar, celebración y poder
Sin embargo, desde el minuto cero nos tratan como enfermas, somos bombas de tiempo a punto de estallar; siempre hay un estudio y otro más y otro más, un análisis, una pastillita, un suplemento, un aparatito, un nuevo juguete médico, una intervención (in)necesaria más o menos invasiva y moderna y así hasta el infinito, solo por las dudas, por si acaso, porque cualquier cosa puede pasar ; y además hay siempre estadísticas para todos los males y problemas posibles que oh sorpresa! Siempre nos juegan en contra, números y más números con los que no me explico como es que hemos llegado hasta aquí como especie, con tan pocas probabilidades de “éxito” tendríamos que habernos extinguido hace millones de años, parecemos la única especie no apta fisiológicamente para continuar con nuestra reproducción (y eso que somos un poco el cáncer del planeta).
Somos “pacientes” en un sistema médico que nos quita la voz y el voto, que nos mira con recelo y con cautela porque todo puede torcerse y hay que estar seguros (cómo si de la vida pudiera estarse uno seguro) y ellos saben y controlan y nosotras somos solo envases poco confiables. Es interesante como dos líneas rosas más que hablarnos de nuestra infinita capacidad de gestar vida y parirla, nos hacen pasar en un segundo de mujeres sanas, a embarazadas de riesgo y portadoras de criaturas en riesgo. Y nuestro cuerpo que hasta hace unos minutos era un organismo sano se ve convertido en un pedazo de carne que es manipulado, intervenido, y muchas veces maltratado “por nuestro bien y el de nuestra criatura”.
Nos quitan la consciencia (la
física y la emocional) y asi asistimos como espectadoras drogadas, atadas,
infantilizadas y acalladas a uno de los hechos exclusivos de la sexualidad
femenina, el parto y más importantes de
la vida de un ser humano, su nacimiento. Así recibimos a nuestrxs hijos, entre miedos,
precauciones, batas blancas, jeringas, tijeras, cortes, drogas, sillas de
ruedas, goteo… anesteciadas y manoseadas les damos la bienvenida a este mundo
Hemos patologizado el embarazo y
el nacimiento/parto, hemos convertido un hecho absolutamente natural y sano,
para el que estamos preparadxs por diseño de especie en un proceso enfermo y
peligroso y así como quien no quiere la cosa hemos minado y pataologizado
también el vínculo fundante de nuestra especie, la diada madre-criatura y a la
vida en si misma. El sistema médico hegemónico, que tan bien representa al
patriarcado no solo nos roba nuestros embarazos y partos, nuestros cuerpos y a
nuestrxs hijxs sino que encima se empeña en hacernos creer a toda costa que no
somos aptas ni para gestar, ni para parir y sobretodo no somos aptas para ser
madres; que otros saben y pueden más que nosotrxs y son los señores de
la ciencia y a la medicina a quienes les compete un acto tan íntimo, entrañable
y poderoso, para convertirlo en un triunfo de la medicina y la intervención sobre
la naturaleza y el amor.
Encima nos juegan con ventaja
porque si el problema no es nuestro, puede ser del embarazo o del bebé o del
día aciago en el que nuestra inconsciente química y la de la criatura decide
desencadenar el parto, pero un problema, un riesgo, una razón para
intervenirnos y manosearnos siempre van a encontrar.
Pero el nacimiento es salud, es
vida, bienestar,
celebración y poder. El nacimiento es la fiesta de la vida misma que se recrea con cada nuevo ser y que nos da siempre la esperanza de resignificarnos como humanos. Parir es abrirte a la vida, entregarte a la emoción más honda, dejarte atravesar por el poder más infinito; parir es sumergirte en ti misma y en la historia de toda una especie que te antecede y saberte semilla de un futuro que es, porque ahí estás tu pariéndolo, siendo camino y puente entre lo que es y lo que será. Parir es conciencia, transformación, placer e intensidad, es sentir tu cuerpo que generosamente se abre y se entrega y sentir también el camino poderoso e intenso que hace ese nuevo ser abriéndose paso a la vida.
Parir es adentrarte en la oscuridad más profunda, entregándote y confiando en todo lo que no tiene ni razones, ni porqués, que es solo sensación pura, intuición profunda para dar a luz. Es perder conciencia de donde empiezas tu y donde termina el otrx, es juntar el dolor intenso con el placer más hondo, es entender la vida y la muerte que se hermanan, es dejarte morir para dar y darte vida, para regresar luego más dueña de ti misma, más consciente de tu fuerza y el poder de la vida que te recorre. Parir es saberte acompañada en la soledad más dulce, es saberte sostenida por todas aquellas que antes que tu llegaron hasta esta orilla y saber que a tu criatura la sostiene una especie entera que recorrió el mismo camino y que en el acto de nacer reclamo su derecho a vivir y ser feliz. Parir es correr tras las huellas de todas aquellas que antes que tu dieron vida, es descubrir el fuego y sentarte en esa hoguera, es descubrir la palabra y el grito y darle voz por primera vez, es recorrer la historia que hasta aquí nos trajo, porque parir es un hecho ancestral y primitivo y es nuestro, nos pertenece y nos conecta con la naturaleza más genuina de aquello que somos. Y hoy al igual que hace millones de años parir y nacer son hechos sexuales que nos atraviesan y nos transforman, donde lo único indispensable es una mujer que pare y una criatura que nace.
celebración y poder. El nacimiento es la fiesta de la vida misma que se recrea con cada nuevo ser y que nos da siempre la esperanza de resignificarnos como humanos. Parir es abrirte a la vida, entregarte a la emoción más honda, dejarte atravesar por el poder más infinito; parir es sumergirte en ti misma y en la historia de toda una especie que te antecede y saberte semilla de un futuro que es, porque ahí estás tu pariéndolo, siendo camino y puente entre lo que es y lo que será. Parir es conciencia, transformación, placer e intensidad, es sentir tu cuerpo que generosamente se abre y se entrega y sentir también el camino poderoso e intenso que hace ese nuevo ser abriéndose paso a la vida.
Parir es adentrarte en la oscuridad más profunda, entregándote y confiando en todo lo que no tiene ni razones, ni porqués, que es solo sensación pura, intuición profunda para dar a luz. Es perder conciencia de donde empiezas tu y donde termina el otrx, es juntar el dolor intenso con el placer más hondo, es entender la vida y la muerte que se hermanan, es dejarte morir para dar y darte vida, para regresar luego más dueña de ti misma, más consciente de tu fuerza y el poder de la vida que te recorre. Parir es saberte acompañada en la soledad más dulce, es saberte sostenida por todas aquellas que antes que tu llegaron hasta esta orilla y saber que a tu criatura la sostiene una especie entera que recorrió el mismo camino y que en el acto de nacer reclamo su derecho a vivir y ser feliz. Parir es correr tras las huellas de todas aquellas que antes que tu dieron vida, es descubrir el fuego y sentarte en esa hoguera, es descubrir la palabra y el grito y darle voz por primera vez, es recorrer la historia que hasta aquí nos trajo, porque parir es un hecho ancestral y primitivo y es nuestro, nos pertenece y nos conecta con la naturaleza más genuina de aquello que somos. Y hoy al igual que hace millones de años parir y nacer son hechos sexuales que nos atraviesan y nos transforman, donde lo único indispensable es una mujer que pare y una criatura que nace.
Y nacer… nacer es salud, es vida, bienestar, celebración y poder y nos
compete a todxs!
* gracias Noe y Pio por poner en una frase algo que me costó años entender
Gracias Vile, me encanto!!! Las palabras justas...
ResponderEliminarTe amé! Sos linda. Sabias?
ResponderEliminardía a día me repienso... repienso la maternidad, la cuestiono, me cuestiono... veo que puedo modificar, que puedo hacer para ser/estar mejor, en pro y bienestar de mis hijos, de mi, de mi pareja... A veces pienso.. Cómo puede ser que todo lo que quiero hacer vaya TAN en contra de lo que es "normal" para los demas... Recien leia el tema de las caidas, los golpes, el "no pasa nada"... y claro que pasa! Se golpeó, le duele... Pienso tambien en cuando los niños pegan... y les decimos "no pegues, no se pega" (y esta frase va acompañada de una palmada en la mano).. Como puede ser que a veces querramos enseñar algo, o decir que algo no se hace, cuando nosotros LO HACEMOS! NO GRITEEEEEEEEEEEESSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS (gritando como loca)... Se que es dificil... pero creo que si te paras a pensar te das cuenta de que es lo mejor... Y claro.. criar para la "desobediencia".. como se puede pretender que un hijo no pregunte!... No se.. yo cuando mi hijo me dice algo y alguien le dice que NO le digo "... Pregunta porque no....asi sabes..." no admito, o no me gusta el PORQUE SI, PORQUE YO LO DIGO...
ResponderEliminarClaro que no siempre me sale asi no? y a veces soy la madre que no quiero ser... porque en mi habitan muchas mujeres... pero la esencia es UNA... soy una Pame de amor... aunque a veces me convierta en lobo feroz...
Y no se porque todo esto... en realidad entre solo para decir que la foto de este post es realmente EXCEPCIONAL... la felicidad es tan palpable en la foto...
Te quiero sin conocerte... (lo mismo le dije a tu marido, que si, como vos bien decis, genera oxitocina! y vos tb!) Hoy estoy reflexiva, emotiva... :)