Niñxs malcriadxs

Generalmente esta etiqueta suele asociarse a niñxs desobedientes, con firme voluntad, que cuestionan el orden establecido, que toman sus decisiones más allá de nuestras intenciones, que no se amoldan, ni se conforman. Desde esa perspectiva no creo en la existencia de lxs niñxs malcriadxs... sin embargo tristemente si existen y somos muchxs, tal vez todxs, lxs niñxs malcriadxs que vagamos como islas...

Lo que más me llama la atención de esta terrible frase de cajón es que omite quien cría y quien es criado… no decimos niñxs malaprendidxs, sino niñxs malcriadxs y maleducadxs... Así que cae por su peso, ¿quien educa, quien cría? Pues nosotrxs lxs adultxs, (mal que nos pese aún no hemos encontrado la manera para que lxs niñxs se críen solos, aunque muchos inventos y accesorios muestran la tenacidad con la que como sociedad lo intentamos). Por lo tanto, esta frase que ahora existe y persiste como una ofensa para lxs niñxs, una manipulación que pretende regresarlxs a la “senda del bien” es realmente una frase que habla de nuestro vínculo con lxs niñ@s, no de su comportamiento y mucho menos de su naturaleza.

También es cierto que algunas personas siguen utilizando esta frase en su acepción original, es decir niñxs a quienes sus p/madres han malcriado, (Kyara suele ser una de esas) pero también es para referirse al mismo “tipo” de niñxs...

Pero si miramos bien, realmente lxs niñxs malcriadxs, son aquellxs que sufren nuestro abandono y desamparo, aquellxs que son víctimas de nuestra indolencia y nuestros abusos, aquellxs que no encuentran un cuerpo, un regazo, un pecho disponible donde satisfacer sus deseos. Niñxs malcriadxs que vienen al mundo como criaturas amorosas, generosas y nosotrxs a fuerza de ejercer sobre ellxs violencia (sutil o abierta), de mantenerlos en estado de carencia (de nuestro cuerpo, nuestro amor, presencia y permanencia), de decirles (con palabras y acciones) que sus deseos no cuentan, que ya pueden llorar hasta el cansancio, que ya pueden “morirse emocionalmente” porque lo único que cuenta es aquello que nosotrxs lxs adultxs consideramos oportuno y justo; nosotrxs que a fuerza de remedos de amores repletos de “es por tu bien”, “mañana me lo agradecerás”, “a mi me duele más que a ti” los transformamos en guerreros (sumisos y autoritarios) dispuestos a la batalla del ego acaparador, competitivo y violento.

Un/a niñx malcriad@xes aquel/la que ya sabe que el amor es condicionado, que el mundo lejos de ser el ambiente entrañable en el que fue concebido y gestado es un desierto hostil donde sobrevive el “más fuerte” y donde dominar es el premio que gana aquel/la que sobrevive al desamparo de su niñez…