Da gracias por el malhumor!
Hoy salimos con Kyara de paseo en su triciclo. A la hora de regresar ella no quería saber nada, pero Guido y yo moríamos de hambre, entendió nuestra necesidad, pero aún así estaba un poco enfadada. Cerca de casa nos encontramos con una señora con la que tiene muy buena relación, siempre que pasamos cerca de su casa Kyara la llama para saludarla y se quedan charlando un rato juntas, pero hoy Kyara pasó sin detenerse siquiera. La señora muy amorosamente le preguntó a Kyara que pasaba, ella siguió de largo. Guido sonriendo le explicó a la señora: está un poco enojada porque no quiere volver a casa. Su respuesta de una sabiduría increíble me conmovió profundamente: déjala y da gracias porque se enfada, hay niñ@s que ya no sienten enojo, ni sienten nada.
Así es, les vamos robando poco a poco la posibilidad de sentir, cuando les decimos que no lloren, que no tienen derecho a enojarse, cuando minimizamos sus sentimientos e incluso nos burlamos de sus tristezas, cuando hacemos oídos sordos a lo que les pasa. Les vamos arrebatando poco a poco la capacidad de emocionarse, los hacemos indolentes al mostrarnos indolentes con su sentir. Los vamos acondicionando para un mundo que espera de ellos eficiencia y cumplimiento, que no quiere saber quienes son, mucho menos que sienten, si no cuanto producen y sobre todo cuanto consumen.
Creemos que podemos decirles “no te enojes se siempre feliz”, que podemos acostumbrarlos a la alegría arrancándoles la tristeza. Lo que no sabemos o lo que queremos esconder es el hecho que cuando apagamos una emoción apagamos todas, es imposible no sentir dolor y sentir alegría en toda su magnitud. No hay diferencia de bien y mal, mejor o peor, para l@s niñ@s entre el enojo y la alegría son solo formas de expresarse, de comunicarse con el mundo, de manifestarse en él, decirle es malo el enfado es decirle son malas las emociones.
Con total impunidad los desconectamos de su sentir, los desconectamos de su voz interior porque les decimos que eso sienten no es verdad, es malo o no es para tanto y encima todos alrededor nos lo agradecen y elogian: “pero que buen@ que es tu hij@ ni siquiera se le siente, no se enfada nunca, no llora nunca, a todo dice que si”. Somos padres modelos, ejemplos de crianza porque sobreadaptamos a nuestr@s hij@s, les robamos el corazón y nos lo comemos en la cena, así no vuelve a estorbar.
Totalmente de acuerdo con esa señora. Me gustan los niños con carácter, que se expresan y piden lo que quieren. Hoy en día tener un hijo bueno es aquel que duerme toda la noche, come bien, no hace trastadas, obedece a la primera... a mi eso mas que un niño me parece un muñeco. Un besazo fuerte
ResponderEliminarque Linda Eres! me quedo por aqui :)
ResponderEliminarUfffff, me ha llegado al alma este texto...¡¡cuánta razón tiene!! Y cuánta culpabilidad hace aflorar. Yo soy partidaria de la crianza con apego, de seguir mi instinto, de expresar las emociones, de dejar a los niños ser ellos mismos etc. pero a la hora de la verdad, cuando paso de la teoría a la práctica y mi hija pequeña entra en una espiral de lloriqueo, rabieta, llanto más fuerte, enfado, etc. acabo diciéndole "Para de llorar"...y sé que no debería de hacerlo, porque en otras ocasiones le permito que se desahogue hasta que lo necesite.
ResponderEliminarEs como cuando su hermana mayor y ella muestran una verborrea tan incesante como martilleante (para nuestra cabeza), que impide que los demás podamos comunicarnos con fluidez y comprender lo que nos queremos decir...¡¡hacen demasiado ruido de fondo, si no son risas son llantos o gritos o palabras y más palabras y eternísimas frases!!
Acabo exigiéndoles que se callen, pidiéndoles que no hablen en los próximos 5 minutos...que si hablan, volveré a poner el cronómetro a cero.
Lo cierto es que a mí de pequeña también me decían que hablaba demasiado y me molestaba que me frenaran en este aspecto. Por eso a ratos empatizo más y les permito hablar y hablar y hablar taaanto como deseen (que podrían ser horas), sin percibir cómo cogen aire entre frase y frase.
Pero la verdad es que otras veces me resulta imposible...No es nada fácil, para qué negarlo.
Guapa, y dónde encuentras gente así de sabia?
ResponderEliminarYo estoy doblemente feliz mi hija ayer me dijo Catu ayer me dijo que estaba “Tiste” , para mí es una conquista, lo dijo mientras se miraba en esos horripilantes espejos del armario, porque le había dicho que nos íbamos a bañar y ella se sentó en el suelo a esperar que cogiera la ropa del día siguiente (la mía que como madrugo me visto en otra habitación ya que dormimos los tres juntos), me dice:
“Mami tiste yo ahoa…”(quería que le hiciera caso, necesitaba mi presencia real) para mí es maravilloso que lo reconozca y lo verbalice.
Eso y a Diego le dijo luego:
“Papi: te quieo”.
Los niños son como las flores, un buen sustrato, abono, agua y florecen.
Me sigue encantando tu blog, por cierto soy
http://losojitosquebrillan.blogspot.com/
Es re fuerte el tema, puedes enojarte pero sin dañar a otros. Ese debiera ser el mensaje según yo. Cuando eran pequeños les tenía un cojin del enojo. La idea era que ante un enojo grande pudieran descargar su furia con el cojin y no, por ejemplo, pegandole al hermano.
ResponderEliminarSimplemente sos una ILUMINADA ! besos
ResponderEliminarMaría, Aura Violeta, Désirée! Bienvenidas, es un placer tenerlas por aqui! Toda la razón María valoramos el "ser buenos" por encima del ser niñ@s y felices!
ResponderEliminarDésirée, en eso estamos tod@s creo yo, no es fácil dejar atrás tantos años de vincularnos de cierta manera, lo importante es que seguimos preguntándonos y buscando nuevas alternativas. Las veces que termino sabiendo que metí la pata hasta el fondo, que tengo la teoría, pero me falló la práctica...Gracias por compartir tu sentir tan abiertamente!
Patricia! La verdad que si, es un privilegio tener gente así cerca! Qué alegría lo que cuentas! Gracias por compartir algo tan hermoso, es un aprendizaje vital! Da tanta seguridad saber que pueden manifestar lo que sienten, que sienten el respaldo suficiente para mostrar su enojo y su enfado y por supuesto su amor! Enhorabuena!!! Me hiciste recordar la primera vez que Kyari dijo: estoy triste y estoy enojada. Y por supuesto cuando nos dijo por primera vez: te quiero. Siento mucha alegría y orgullo cuando verbaliza lo que le pasa!
Andrea! Totalmente de acuerdo, es importante separar la emoción de lo que hacemos con ella. El problema no es el enfado o la tristeza en si, es como la tramitamos. Tengo derecho a estar enojado, ahora lastimar a alguien o incluso a mi mismo por ese enfado no!
Anita!!! Te extrañooooo! Cuándo regresas?
Besos enormes para todas!!!!
Andrea! por cierto el cojín del enojo es una idea maravillosa, porque tampoco es plan que se queden con todo el enojo en el cuerpo! Gracias!
ResponderEliminarhola a tod@s! me ha llegado al alma..pues quiero educar a mi hijo desde el apego,desde el mostrar las emociones en vez de esconderlas...eso quiero yo,pero por ello soy criticada y señalada..
ResponderEliminarGracias por este post porque asi siento q tan equivocada no estoy.
gracias.
Violeta qué fantástica reflexión... es que todas las emociones son necesarias, y si la aceptamos, la miramos de frente, podemos superarla y pasar a otro estado. Creo que es bueno vivirlas, sentirlas, afrontarlas, obviamente sin dañar a nadie. He leído en alguna parte que muchas enfermedades se originan al reprimir las emociones...
ResponderEliminarLamentablemente la sociedad sólo valora una de tantas, la felicidad, lo que tú dices de sólo estar feliz... y eso no es real, ni factible. Lo que sí podemos lograr es aceptar nuestras emociones y aprender que son pasajeras.
Desi no sé si leíste un artículo de María Berrozpe sobre el tema. Ella hablaba de saltar de una orilla del río a otra, del conductismo a la crianza corporal, y que muchas veces por tener una programación tan fuerte al haber sido criados de forma autoritaria, caemos al agua. El camino es duro pero vale la pena seguir nadando hasta la orilla que queremos :)
Un abrazo a todas...
Louma
tienes tanta razón! a nosotros y a nuestras parejas nos permitimos enojarnos o enfadarnos, a nuestros hijos casi nunca...
ResponderEliminarPersonalmente cada vez que veo a mi hija enojada, me alegro, pienso que mi niña es sana y libre de expresarse.
felicidades por tu blog!
Que lindo y cierto este mensaje de tu post. La pràctica de todo lo que aprendemos sobre como criar a nuestros hijos con amor y apego, aveces nos resulta realmente difìcil. Estamos tan acostumbrados a criar con represiòn y condicionamientos, y a sentirnos los seres superiores de esta relaciòn de crianza, que a veces reaccionamos y hacemos, inconscientemente, todo lo contrario de lo que predicamos..Sin embargo, lo màs importante es que somos conscientes de ellos y que hacemos todo lo posible por corregirlo y seguir adelante haciendo las cosas bien. Yo particularmente fuì una niña muy preocupada por llenar las expectativas de los mayores...eso me afecto de muchas maneras... fue una carcel hasta el dìa que lo comprendì y lo racionalice...tenmos que criar a nuestros bebès con la libertad de vivir y ser quienes son. Solo asì seràn realmente felices.
ResponderEliminarMe identifico con Desiree..... quiero que mis hijos no se conviertan en témpanos de hielo o marionetas desinchadas, pero a la hora de la verdad sus sentimientos son tan arrebatadores que me arrastran en una espiral a mí también. Hoy el mediano ha tenido varias rabietas porque no podiamos hacer lo que él quería y al principio yo mantenía la calma, pero al cabo del tiempo, cuanod él persistía en su actitud a pesar de mi buena disposición, me he encontrado diciéndole (más bien gritándole) cosas de las que luego me he tenido que arrepentir!!!!
ResponderEliminarPues si, los niños son "buenos" cuando se amoldan a todo lo que queremos los adultos... cuando las criaturas son todas pura bondad...
ResponderEliminarGenial, estoy de acuerdo, has expresado muy bien lo que yo pienso al respecto.
ResponderEliminarClaudia, Louma, María, Zary, Esther, Mamá (contra) corriente, Bienvenidas!!!! Qué alegría tenerlas por aquí! Gracias por sus comentarios.
ResponderEliminarEs verdad Claudia, a veces somos un poco un bicho raro, pero cada vez somos más! Gracias por la maravillosa tribu virtual que entre tod@s estamos tejiendo y nos nutre y fortalece!
Louma! totalmente de acuerdo! el aprendizaje creo yo, sería como transitar las emociones sin daño para nadie, pero nunca como repimirlas. Te agradezco que nos recuerdes del genial artículo de María Berrozpe! un lujo!
María! es ilógico no? enttre adult@s nos permitimos muchas cosas de las que motivamos entre l@s niñ@s. También considero la expresión de emociones una muestra de salud, conexión y libertad!
Zary! Mejor expresado imposible! Lo que más nos aleja de la crianza que queremos somos nosotr@s mism@s, lo que hemos aprendido y vivido.
Gracias a todas! Besos
María!! yo también me identifico con Desirée... de hecho creo que tod@s de algún modo lo hacemos. Seguro si no tuviera incoherencias entre lo que hago y lo que creo no necesitaría escribir como un forma de encontrar respuestas y poder decirme aquellas cosas que necesito escuchar
ResponderEliminarGracias por tu aporte! y por tu generosidad sincera! Besos
ESPECTACULAR.. DEBO PONERLO EN PRACTICA RECONOZCO QUE CONSIDERO A MIS ANGELES DE MI PRPIEDAD Y LOS IRRESPETO EN SUS DECISIONES Y QUIERO QUE HAGAN LO QUE YO DIGO SIN TENER EN CUEBTA SUS NECESIDAES COMO PERSONITAS.......
ResponderEliminargracias, leerte es un suspiro de ...lo sabia ¡¡¡ madre mia con la de criticas que recibo por como siento la maternidad...en fin estaria horas escribiendo.
ResponderEliminarrespecto al cojin que hablais, es lo que se utiliza en terapia diafreo y a mi me parece maravilloso, y es cierto se les inculca a los niños como tienen que ser..( sobre todo para no defraudar en la sociedad) es asqueroso, a mi me lo parece, me miran raro cuando permito rabietas a mis hijos, cuando no les obligo a hacer algo, o dar la teta a mi hija de casi tres años... cosas que hacen que me gustaria irme a una isla a criar a mis hijos. has leido el libro tu hijo tu espejo? te lo recomiendo, bueno a mi que mi infancia no fue nada facil me ayudo muchisimo a entender una parte de la maternidad que me tenia un poco perdida.
AMO A MIS HIJOS DE UNA MANERA INCONDICIONAL... SON MI LUZ, MI ALMA, SON MIS PAJARITOS....los que un dia volaran y cuando llegue ese momento vuelen diciendo adios con sus alas felices ¡¡¡